Desde la antigüedad, la gente creía que las figuras totémicas de animales son amuletos, dan a sus dueños poderes protectores y simbolizan cualidades y conceptos importantes para las personas.
En las culturas de muchos países antiguos se creía que varios arquetipos de animales tenían un significado profundo. En el antiguo Egipto y Roma, ciertos animales eran la encarnación de las energías cósmicas y divinas.
De siglo en siglo, las imágenes de animales míticos y reales grabadas en los frescos, bajorrelieves, estatuillas, cofres y otros artículos decoran los complejos de templos y palacios, así como los hogares de las personas.
A medida que se desarrollaba el arte de hacer figuritas, también lo hacía la tradición de coleccionarlas. Como solían ser cosa de la nobleza y un artículo de lujo, se fabricaban con maderas preciosas, huesos de animales, gemas raras, porcelana y cristal.
Las estatuillas de animales pueden caracterizar al propietario de la casa decorando en cierta medida el interior.
La tortuga, un símbolo importante en la mitología china, es un símbolo de longevidad, fuerza de carácter, sabiduría y conocimiento.